SE BUSCA LIDER CONSCIENTE
Hoy ser el líder en tu vida personal y profesional es simple, aunque a veces no fácil.
Por excelencia ser líder, es aquel que lleva a cabo sus sueños y que tiene la capacidad de empoderar a otros. Sin embargo, la exigencia, el control y el perfeccionismo se han vuelto enfermedades de moda: en las empresas los índices de productividad y eficiencia presionan a sus trabajadores, y en el ámbito personal la “congestión metal” provoca estrés y miedo subcutáneo.
El precio a pagar es elevado, tenemos apego a lo material, enganche a las personas que nos provocan sufrimiento y adoramos a personas para que calmen nuestras ansias de “ser”.
Para salirnos de esta espiral de consumismo compulsivo y poner el foco en lo verdaderamente importante, os recomiendo practicar mindfulness y yoga. Dichas disciplinas despejan nuestra mente para tomar decisiones acordes a lo que sentimos en cada momento, y así, convertirnos en los responsables de nuestros actos.
¿Qué necesito despertar y estimular para ser mi propio líder?
- Claridad mental: el mindfulness nos brinda herramientas para potenciar nuestras habilidades cognitivas, nuestra imaginación y alcanzar nuestras metas. En el momento en que practicamos la “atención plena”, la mente se calma, y desde aquí, podemos ver las situaciones tal y como son.
- Puedes comenzar sintiendo tu respiración con los ojos cerrados, esta simple acción permitirá que tu mente y cuerpo se calmen. Al comenzar, tu mente será como una estampida de búfalos, pero poco a poco se irá aquietando hasta que los animales pastan tranquilamente… En este momento es donde podremos percibir el cielo, el campo, sentir el aire acariciando nuestro rostro...
- Trabajo en equipo: puedes practicar con tu familia, pareja o amigos organizando una cena, un torneo de pádel, una excursión…
Recuerda:
- Aprovecha para desarrollar tu humildad.
- Se pueden compartir las ideas con firmeza y cariño.
- El liderazgo no implica una distribución desigual de responsabilidades.
- Fomenta que todos los participantes realicen alguna tarea para alimentar el compromiso y pertenencia al grupo.
- Inteligencia emocional: nos ayuda a ser conscientes de nuestras emociones, ser capaces de gestionarlas y canalizarlas hacia la empatía. Al fin y al cabo los pensamientos son los grandes creadores de emociones, y estas son las que mueven a la gente.
- Haz un listado de las emociones que conoces e indica brevemente cuales fueron las últimas situaciones en las que reconoces dicha emoción. Quizás te sorprenda averiguar con cuál de ellas te relacionas con más frecuencia.
- Comunicación: el yoga y el mindfulness nos proporcionan herramientas para estructurar y organizar la información en nuestra mente y cuerpo. A la vez, nos permiten entender y hacernos entender mejor.
- Normalmente a la hora de comunicarnos y relacionarnos con los demás dejamos que todo el peso recaiga sobre las palabras. Grábate hablando y observa cómo es tu lenguaje corporal, tu respiración, tu tono, tu ritmo y tu volumen de la voz. ¿Son tal y cómo te esperabas?
- Flexibilidad ante el cambio: una mente flexible permite no aferrarnos a “formas de hacer” pasadas (flexibilidad cognitiva).
- Hoy puedes cambiar tu ruta de camino al trabajo, lavarte los dientes con la otra mano, permitir que tu pareja u amigos elijan que hacer el fin de semana…
Si tomamos con valentía el reto de ser nuestro propio líder, entonces estamos dispuestos a desplazar nuestro eje energético, a integrar lo nuevo con lo viejo y a establecer relaciones más profundas, sanas y divertidas.
Ser tu propio líder es alcanzar tu verdadera naturaleza.
Fernando Riveira